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El enclave perfecto
Esta casa de verano cántabra rodeada de prados y sus amplios espacios interiores enamoraron a sus propietarios, una pareja con cinco hijos que buscaba una casa de campo donde poder descansar en familia y relajarse cómodamente.
¡Qué idea!
Una repisa de acero sobre la chimenea permite colocar piezas decorativas o pequeños adornos florales como este sencillo búcaro.
Estantería volada
El retranqueo que forma la chimenea se aprovechó para instalar unos estantes volados donde colocar libros, CD's, adornos y la televisión.
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Muy confortable
La zona de estar con dos sofás, una pareja de butacas y mesas de centro, de Ikea, y auxiliares gira en torno a la chimenea. Butacas retapizadas con tela de Pepe Peñalver. Mantas, de Textura.
Entre lo viejo y lo nuevo
La buena conservación, tanto de su fachada como de su interior, evitó una reforma a gran escala. Tan solo se pintó la casa de blanco y se sustituyó el pavimento de azulejo, algo deteriorado por un suelo de madera, más cálido. La vigas de madera del techo -que se conservaron por expreso deseo de los dueños -le dan ese aspecto tan rústico y típico de la zona. Los grandes ventanales que rodean la vivienda y las agradables vistas al jardín son otro gran valor de la casa, tanto que, en los dormitorios, se ha prescindido de cortinas y visillos para disfutar del verde paisaje. La casa, dividida en dos plantas, se comunica a través de una escalera reformada. En cuanto a la decoración, se optó por una mezcla de estilos donde los muebles heredados comparten espacio con nuevas adquisiciones.
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Zona de tertulia
El salón se ha dividido en dos zonas enfrentadas. Por eso, se optó por dos mesas circulares que se unen o separan según las necesidades. Alfombra de fibra vegetal, de KP. Lámpara de pie, de Liberty Luz.
La madera y el hierro forjado son los materiales protagonistas mientras que los tonos naturales onopolizan el color, tan solo salpicado por pequeñas llamadas de atención como el sofá color rojo del salón, el banco recuperado del office y los textiles repartidos por toda la casa. Las paredes se dejaron prácticamente desnudas, únicamente en el salón-comedor se colgaron unos cuadros que alegran los ambientes.
¡Qué idea!
Un mantón antiguo, enmarcado y dispuesto en vertical, acorta la pared visualmente. Bajo el cuadro se colocó una consola de madera adquirida en un anticuario.
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Dos ambientes
Tras la zona de estar se instaló el comedor, próximo a una ventana. Una columna es la única separación visual. La mesa plegable de hierro forjado, procede de la Feria de la Almoneda de Madrid.
¡Qué idea!
Un estor claro tamiza la luz y permite disfrutar de las vistas exteriores, una vez subido.
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El comedor
Sentar a toda la familia alrededor de la mesa era importante, por eso se eligió un modelo amplio. de Becara. El menaje es de El Almacen de Loza.
¡Qué idea!
A la mesa cuadrada se le dió una pátina gris que contrasta con las sillas de madera blanqueada.
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En blanco luminoso
Los muebles de cocina, colocados arriba y abajo, se eligieron en un blanco inmaculado. La monocromía tan solo se rompe por un frente de azulejos en tono crema y las vigas marrones del techo.
¡Qué idea!
Encima de los muebles superiores se ubicó un práctico y discreto botellero que, al ser apilable, permite tener las bebidas a mano pero alejadas de los más pequeños.
La cocina dispuesta en forma de "L" hizo posible la instalación de un office para desayunar, merendar y hacer comidas informales. En ella también se respetaron los techos abuhardillados y las vigas de madera lo que refuerza su imagen campestre. Los muebles lacados en blanco le dan una luminosidad y un aspecto de limpieza.
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Cocina con office
Una mesa alargada y dos sillas plegables, de Ikea, y un banco componen el lugar ideal para desayunar. La lámpara es de Habitat.
¡Qué idea!
Se aprovechó un hueco sobre el frigorífico para colocar un armario extra donde guardar el menaje que menos se utilice a diario.
¿Cuánto cuesta?
- Pintura plástica mate, para paredes y techos de interior, lavable. Blanco puro, de Bruguer. De venta en Leroy Merlin. Precio/10 l. 37 €
- Parqué de roble natural mate, gama de una tira, largo 1820 mm, ancho 145 mm y grosor 12,5 mm. Modelo Compact, de Quick-Step. Precio/m2 53 €
- Mesa de comedor, modelo Melltorp, con tablero de melamina, fácil de limpiar, 39,99 €, y dos sillas plegables Tärnö, 9,99 €/cu, de Ikea. Precio 59,97 €
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Dormitorio principal
Formado por una cama de matrimonio y dos mesillas diferentes. Sobre el cabecero se realizó una estantería de obra. Ropa de cama, de Textura; plaid, de Zara Home.
Absoluta funcionalidad
Cabe destacar la sencillez de los dormitorios, tanto el principal como los infantiles. Estos últimos, decorados con detalles simpáticos que no acotan los espacios por sexos ni edades. Los cuartos de baño que, al ser familia numerosa, abundan tanto en la planta de abajo como en la de arriba, se caracterizan por su practicidad. Todo ello hacen de esta casa el lugar soñado por sus propietarios: ese paraíso donde disfrutar de la familia, sin prisas, y con total relax y comodidad.
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Escritorio
Una antigua mesa, con estructura de hierro y sobre de madera, se recuperó como escritorio y, con una silla, se colocó a los pies de la cama.
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Muy funcional y práctico
Los baños idénticos cuentan con una encimera de madera donde va encastrado el lavabo de 1 ó 2 senos. Cuadro, de Fann. Toallas, de Textura.
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En el porche
Se habilitó una zona de estar formada por unos sofás con estructura de hierro forjado y colchonetas de algodón y una mesa de centro de madera envejecida, de la firma Becara.
¡Qué idea!
El ventanal se vistió con un estor que, al subirlo, permite disfrutar de las agradables vistas del jardín. Y cuando se baja mantiene la privacidad.
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Plano de la casa
En la baja se encuentra el porche, el salón-comedor, la cocina y un dormitorio con baño. Y en la planta de arriba, el dormitorio principal y dos habitaciones con un par de camas cada una y dos baños completos.